El sistema financiero y la necesidad de productos para adultos mayores
En 2024, la población de personas mayores en Colombia alcanzó el 14%, el doble de lo que representaba hace tres décadas. Este aumento plantea retos significativos, no solo para los gobiernos, sino también para el sector financiero. El envejecimiento de la población exige que se generen políticas públicas y servicios que integren a los mayores en el desarrollo económico.
En este contexto, la Economía Plateada tiene un papel fundamental, ofreciendo productos y servicios orientados a mejorar la calidad de vida de las personas mayores. Sin embargo, existe una brecha significativa en la inclusión financiera de este grupo, particularmente en el acceso a productos como los créditos, según un estudio reciente realizado por la Fundación Saldarriaga Concha y Asobancaria.
La exclusión financiera de los adultos mayores
El estudio titulado "Abriendo Puertas", realizado por la Fundación Saldarriaga Concha y la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, revela que las personas mayores de 60 años en Colombia enfrentan barreras significativas para acceder a servicios financieros. Los actuales criterios de calificación y aprobación de crédito limitan el acceso, afectando principalmente a las mujeres. Según el informe, las mujeres mayores tienden a recibir créditos de menor cuantía que los hombres, lo que subraya una disparidad importante dentro de este grupo poblacional. Las dificultades no solo se presentan en la obtención de productos crediticios, sino también en la experiencia del usuario en los canales de atención, tanto físicos como digitales.
Necesidad de productos financieros adaptados
El informe también pone de relieve la falta de adecuación de los servicios financieros a las capacidades y preferencias de las personas mayores. Muchos adultos mayores enfrentan dificultades al utilizar cajeros automáticos o plataformas digitales, lo que contribuye a su exclusión financiera. Esta situación refuerza la importancia de diseñar productos financieros que se adapten mejor a las características de este grupo.
Además, se recomienda ir más allá de segmentar la población por edad o nivel socioeconómico. Es necesario identificar perfiles más detallados, como aquellos que prefieren el contacto humano frente a los que se sienten cómodos usando nuevas tecnologías.
Construir confianza en los ecosistemas financieros
La creación de un ecosistema financiero que genere confianza y seguridad para los mayores es esencial para su inclusión financiera. A menudo, este grupo es más vulnerable a fraudes y estafas, lo que inhibe su participación en el sistema financiero. Es fundamental que las instituciones financieras desarrollen mecanismos para proteger a los adultos mayores de posibles amenazas.
Asimismo, los expertos subrayan que la inclusión financiera no puede basarse en estereotipos. Por el contrario, debe abordarse desde una perspectiva integral que fomente la innovación en los productos y servicios ofrecidos.
Un enfoque integral para la inclusión financiera
El estudio de la Fundación Saldarriaga Concha y Asobancaria señala que el reto de la inclusión financiera de los adultos mayores debe ser visto desde una perspectiva integral. Esto implica no solo ofrecer servicios financieros básicos, sino también promover productos que respondan a sus necesidades específicas.
Los expertos en demografía sugieren que la Economía Plateada tiene un gran potencial para contribuir al desarrollo económico y social mediante la creación de productos innovadores en áreas como la salud, la vivienda y el turismo. Por tanto, incluir a los adultos mayores en el sistema financiero no solo mejorará su calidad de vida, sino que también impulsará la economía.
Un desafío y una oportunidad para la innovación
La inclusión financiera de los adultos mayores en Colombia es un reto que debe abordarse con políticas y productos adaptados a sus necesidades. Los bancos y entidades financieras tienen la oportunidad de desarrollar servicios más inclusivos, fomentando la confianza y la seguridad. Innovar en este sector es clave para garantizar que las personas mayores puedan participar activamente en la economía y mejorar su bienestar.
Para lograr este objetivo, será necesario adoptar un enfoque integral, que no solo elimine barreras actuales, sino que también fomente la creación de un ecosistema financiero inclusivo y accesible.